Con la nueva corriente de deportes como el running, la afección de la Fascitis Plantar se ha convertido en una de las más comunes debido a la sobrecarga física que se puede presentar en ésta zona.

La fascia plantar también conocida como ligamento arqueado, es una estructura fibrosa formada por tejido conectivo que se encuentra, como su nombre lo indica, en la planta del pie. Este ligamento se localiza desde el calcáneo hasta las falanges proximales. Es decir, se extiende y contrae con el movimiento al andar, correr o saltar absorbiendo el peso y la presión. Por lo que una acción repetida puede producir un desgarro en el tejido o inflamación, lo que se traduce en dolor, especialmente en el área del hueso del talón y/o en la parte interna del mismo.
Como hemos dicho antes, las causas más comunes de la fascitis plantar suelen ser por una sobrecarga física o de índole deportivo, pero también puede presentarse por una mala postura sostenida o por condiciones genéticas., como es el caso del pie plano. Lo que provoca un sobre esfuerzo del tejido.
Otros factores que provocan la Fascitis Plantar
Puede presentarse también en pacientes con artritis, enfermedad que en algunas de sus variantes puede afectar al desarrollo de los tendones.
Es importante no confundir la fascitis plantar con la gota, ya que ésta enfermedad puede causar un dolor severo en esa zona, está más relacionado con la afectación en rodillas y pies, provocado por niveles elevados de ácido úrico a consecuencia principalmente, de un alto consumo de carnes rojas.
Otra causa a tener en cuenta y que puede pasar desapercibida o pensar que no tiene mayor importancia es el uso de calzado inadecuado, que genera una mala distribución del peso o una posición forzada que poco a poco ocasiona una fascitis plantar. Por lo que es de suma importancia elegir zapatos adecuados para cada actividad ya sea si se va a andar o a hacer deporte de mayor rendimiento.
Si bien es cierto, otros factores que causan propensión a padecer desgarros o inflamación en la fascia plantar son la edad avanzada y el sobrepeso. La primera causa en definitiva es por el agravante de que nuestros tejidos suelen debilitarse a medida que envejecemos y en el caso del sobrepeso, éste genera presión sobre los talones.
Incluso las personas que permanecen mucho tiempo de pie, pueden llegar a presentar también fascitis plantar debido a la sobrecarga prolongada en ésta área.
¿Cómo reconocer la fascitis plantar? Tratamiento
El dolor suele presentarse como ya hemos mencionado, en la zona del talón, generalmente como un fuerte pinchazo que incluso puede producir una sensación de ardor, que puede o no, en casos más severos, irrigarse hasta las falanges más próximas. Es muy común que la hora de mayor incidencia de molestias sea al levantarse, debido a que durante la noche el ligamento de la fascia se contrae y al pisar y estirarlo, ejercemos presión y se tensa, provocando un dolor que puede ser intenso. Esto mengua alo largo del día, debido a que el tejido se calienta, pero volverá en cuanto vuelta a contraerse, o sea sometido a esfuerzo , tras estar mucho de pie o sentado.
En las primeras fases el dolor disminuye al poco de realizar movimientos y relajar la zona, pero en fases más avanzadas puede prolongarse mucho más ésta sensación de dolor e ir empeorando con el tiempo de no ser atendido. Incluso debido a la mala postura que el mismo dolor obliga al pie a adoptar, pueden presentarse derivados de ellos dolores de espalda.
Por lo que si presenta alguno de los síntomas anteriores, es de primordial interés realizar un diagnóstico con un especialista para que pueda determinar si ésta es la causa de su malestar y cuáles son las pautas a seguir para el tratamiento de la misma.
Generalmente, además de una revisión y pruebas físicas por parte del especialista, una radiografía y un electrocardiograma pueden arrojar resultados que guíen a un mejor diagnóstico y a descartar otros padecimientos.
¿Cómo se trata la fascitis plantar?
Para evitar que la fascitis plantar llegue a fases agudas y/o crónicas, es mejor tratarla en los primeros síntomas, como cualquier afección.
Una valoración de los hábitos, así como historial familiar ayudará a desentrañar el origen del padecer fascitis plantar.
Lo primero, por supuesto, es evitar aquello que agravando la enfermedad, ya sea una actividad deportiva o lo que esté produciendo que la condición se agudice. En seguida, habrá que valorar en que fase se encuentra para saber le tratamiento a emplear.
Los métodos no invasivos y de primer orden puede ser una ortesis, que e sun dispositivo que se coloca en el calzado y disminuye o alivia el dolor, ya que ayuda a la distribución correcta del peso y la mejora de la postura del pie.
También puede recomendarse el uso de una férula durante la noche, para evitar la flexión del pie y por ende la contracción del ligamento.
Otros tratamientos invasivos pueden recomendarse en casos más severos, como la administración de corticoesteroides e incluso cirugía, por lo que la consulta con un fisioterapeuta puede ayudar a la valoración de cada caso y saber para qué tratamiento es usted candidato. Una terapia a partir de masajes que alivien la tensión y el estrés en la zona y mejoren las molestias puede ser de gran ayuda, entre otras que aliviarás el dolor y la inflamación.
Ante los primeros síntomas de fascitis plantar mejor tomar medidas y ponerse en manos de especialistas. Nuestro equipo de los centros de Bilbao y Barakaldo les pueden asesorar.