¡Por supuesto que se pueden quitar!
Las contracturas musculares producen un estado de rigidez y de contracción permanente e involuntaria de ciertas fibras musculares.
Este estado puede cambiar, por supuesto. Aunque frecuentemente, la tendencia sería que con el tiempo la contractura vuelva a aparecer en el mismo lugar, ya que cada individuo tiene posturas y actividades repetitivas que cargarán más ciertos grupos musculares.